Va de Reseña | The Binding of Isaac: Four Souls

¡El juego de cartas sobre sacrificios, traiciones y acopio de tesoros inspirado en el exitoso videojuego The Binding of Isaac!

Experimenta el inquietante y desgarrador mundo de The Binding of Isaac: Four Souls en esta fiel adaptación. Recoge tesoros, reúne botines, derrota monstruos y sé el primero en reunir cuatro almas. Con más de 300 cartas, la rejugabilidad es ilimitada. Descubre combinaciones destructivas, mejora tus habilidades, traiciona a tus compañeros y obtén la victoria.

  • Número de jugadores: De 1 a 4 jugadores
  • Edad: 14+
  • Tiempo de juego: 30-60 minutos
  • Categoría: Juego de cartas
  • Complejidad: Sencillo
  • Editorial: SD Games
  • Autor/a: Edmund McMillen
  • 300+ cartas de The Binding of Isaac
  • 100 peniques
  • 1 dado D6
  • 1 dado D8
  • Tarjeta de palabras clave
  • Libro de reglas (Con acceso a las reglas online)

Preparación de la partida

Para empezar a preparar la partida debes barajar los mazos de tesoros, botín y monstruos. Una vez mezclados construye una pila con cada uno de ellos y coloca una carta boca arriba de su tipo correspondiente (en el caso del mazo de monstruos se deberán dejar 2 cartas boca arriba). Seguidamente, elige 3 almas de bonificación al azar y colócalas boca arriba cerca de la zona de juego.

Reparte a cada jugador aleatoriamente 1 carta de personaje y el objeto inicial que le corresponde. La misma carta de personaje nos indica que objeto debemos equiparnos. En el primer turno no es posible usar las habilidades de los personajes, debido a que estos empiezan descargados, por el contrario, los objetos iniciales sí podrán ser usados (empiezan cargados).

Carta de personaje Isaac con su objeto inicial D6.

Para representar que una carta está cargada o descargada se deberá rotar para indicar que se ha usado un objeto o habilidad si así lo indica . Los objetos o habilidades precedidas del icono de la moneda no se deberán girar al usarse, solo se pagará su coste.

Para finalizar la preparación del juego, reparte a cada jugador 3 cartas de botín y 3 peniques. El resto de monedas deberán colocarse en la reserva (el centro de la zona de juego, accesible para todos los jugadores).

Mesa preparada para una partida de dos jugadores.

Cómo se juega

Los jugadores se irán turnando para jugar cartas de botín y activar habilidades para matar monstruos y conseguir nuevos objetos con los que equiparse. El primer jugador en conseguir 4 almas ganará la partida. Según indican las instrucciones, y acorde a Isaac, el personaje principal del videojuego homónimo, empieza el jugador que esté más triste.

Cada turno se compone de distintas fases: Inicial, de acción y final.

Fase inicial

  1. El jugador activo recarga (endereza) el personaje y los objetos que controle que estuvieran descargados.
  2. Se activan las habilidades de “inicio de turno”.
  3. El jugador activo saquea 1 carta del mazo de botín.

Fase de acción

Al empezar la fase de acción, el jugador activo dispondrá de 1 acción de botín que podrá usar hasta final de turno (Recuerda que gracias a la habilidad del personaje principal, si lo agotas puedes jugar 1 carta de botín adicional). La acción de botín permite usar cualquier objeto que el jugador activo tenga en su poder, en caso de haber saqueado algún objeto equipable se podrá usar esta acción para equiparlo. Además, durante la fase de acción el jugador activo también podrá realizar cualquiera de las siguientes acciones si así lo desea:
  1. Atacar (una sola vez)
  2. Comprar (una sola vez)
  3. Finalizar el turno (al finalizar el turno se empieza la fase final)

Fase final

  1. Se activan las habilidades de “final de turno”
  2. Todos los jugadores y monstruos recuperan todos sus puntos de salud. Después finalizan los efectos que duran este turno o hasta final de turno.
  3. El jugador activo descarta cartas de su mano hasta tener el máximo permitido de 10 cartas.
  4. El jugador activo pasa el turno al siguiente jugador.
Partida de dos jugadores en curso.

Atacar

Cuando se declara un ataque, el jugador activo debe elegir si quiere combatir con uno de los monstruos que está en juego o si quiere golpear la carta superior del mazo, si esto sucede, la carta superior del mazo de monstruos se coloca encima de uno de los que están activos y debe combatir con el que se ha revelado. En cuanto se coloca una carta de monstruo encima de otra, la carta de abajo pasa a estar inactiva, no puede ser golpeada hasta que no se elimine la que se acaba de colocar. Si al revelar la carta superior del mazo aparece un evento, se activará su habilidad y luego se descarta.

Para atacar, el jugador activo irá repitiendo tiradas con un D6 hasta que uno de los dos sea derrotado. Para golpear al enemigo, el atacante debe superar el valor que especifica el monstruo con el que se enfrenta, si el resultado de la tirada es igual o superior a ese valor se hace el daño equivalente al total que tenga el jugador, sí, por el contrario, el valor es inferior, el jugador pierde tantas vidas como daño tiene el enemigo.

Carta de personaje (Isaac) y monstruo (Géminis).

Para ejemplar un combate usaremos a Isaac y Géminis. Como se puede ver en la imagen, Isaac tiene 2 puntos de vida y 1 de ataque , por otro lado, Géminis tiene 3 puntos de vida, 1 de ataque y un 4+ de evasión , es decir, para hacer daño el jugador activo deberá superar una tirada con el D6 de 4 o más, en contrario recibirá 1 de daño. Podemos ver que aparte de las características principales, Géminis tiene una habilidad que le aumenta el daño en 1 mientras tenga 1 de vida, eso dificultará el último tramo del combate.

Al derrotar a Géminis, el jugador activo deberá quitar la carta de monstruo de la zona de monstruos activos y repondrá el hueco con la carta superior de la pila. También recibirá la recompensa por haberlo derrotado, en este caso 5 peniques y 1 alma.

Comprar

En su turno, el jugador activo puede pagar 10 peniques y comprar 1 objeto de la tienda o de la parte superior del mazo de tesoros. En cuanto se pague su coste, la carta comprada de esta manera se equipa directamente.

Muerte del jugador

Al morir un jugador, ya sea por enfrentarse a un monstruo o causado por otro jugador, se debe pagar una penalización:

  1. Eliges un objeto no eterno que controles y lo destruyes.
  2. Descartas 1 carta de botín.
  3. Pierdes 1 penique.
  4. Desactivas todos tus objetos y tu personaje (al volver a tu turno se recarga todo de nuevo).
  5. Termina el turno inmediatamente.

Opinión personal

The Binding of Isaac: Four Souls es un juego de cartas donde te enfrentas a monstruos y a tus contrincantes para conseguir almas lo antes posible.

Aun tratándose de un juego de mesa y estando lejos del formato digital, consigue imitar a la perfección la experiencia del juego homónimo en PC, con el añadido y el factor diferenciador que Four Souls brinda en este juego, el competir o cooperar con tus amigos para conseguir los objetivos marcados por el juego.

Lo único que no termina de quedar muy claro en cuanto se termina de leer las normas es el concepto de “la pila”. Tal como se explica en las instrucciones, parece confuso el orden de ejecución que tienen las cartas al usarse, como se responde a una acción que ha hecho un contrincante en el turno, no acaba de quedar muy claro.

Con “la pila” se crea una zona que gestiona el orden en el que se han usado los objetos, se van colocando cartas una encima de la otra, en orden de tirada, y se resuelve una vez todo el mundo haya tirado los objetos o las habilidades deseadas. Tal como indican las normas oficiales, no es necesario ir llevando un registro exacto de cada detalle de la partida, pero puede ayudar a resolver situaciones complejas que puedan aparecer durante la partida.

Isaac equipado con varios objetos, cerca del final de la partida.

Después de varias partidas se disuelve el concepto de “la pila”, nuestra experiencia jugando es que la pila, al principio, puede entorpecer un poco el ritmo de las partidas, pero a medida que vas jugando, esta pila evoluciona y se empieza a usar una pila ficticia, donde cada jugador ya entiende cuando puede responder o interrumpir la habilidad o el ataque del adversario. Cuándo esto pasa el ritmo de la partida es mucho más ágil.

A pesar de este concepto, el ritmo de juego está muy bien nivelado, los turnos no se hacen pesados ni te quedas sin acciones que hacer rápidamente. Como observación, sí que se rompe un poco la balanza del juego, si se consigue muy buen equipamiento al principio, pero eso ya depende de la suerte y la estrategia que tenga cada jugador. Es posible jugar más agresivo, usando la suerte a tu favor para ir derrotando monstruos, siendo más paciente, intentando conseguir más objetos y equipándote con ítems de la tienda, o jugar equilibrado y hacer un mix de ambos mientras intentas completar las misiones para conseguir almas de bonificación.

Sigas la estrategia que sigas, Four souls se convierte en un juego perfecto para jugar tanto solo como con amigos, siendo preferible la segunda opción debido a las situaciones que se crean. Además, si quieres añadir más ítems, enemigos, misiones y mecánicas nuevas como las habitaciones, siempre puedes ampliar el juego con su expansión The Binding of Isaac: Requiem.

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